El calostro es la primera leche materna que recibirá tu bebé al nacer, se produce en tus pechos desde las etapas tempranas del embarazo y está preparada para aportarle a tu bebé todo lo que
necesita en los primeros días de vida, este es de un color amarillento o hasta anaranjado, alto en grasas, y más espesa, incluso parece un poco más mantequilla que leche.
El calostro es rico en Inmunoglobulinas A – que son células especializadas en darle inmunidad a tu bebé contra varios virus y bacterias tan peligrosos como el virus de la influenza o de la
rubéola y bacterias como la E Coli (causante de cólera), la salmonella, la C. diphtereae, entre otros.
Además está lleno de vitaminas, incluso contiene muchas más vitaminas liposolubles que la leche materna “madura”, también es alta en minerales como el calcio, magnesio, cloro y sodio – lo que le
da un sabor más bien un poco salado.
El calostro es el alimento perfecto para el bebé recién nacido, únicamente lo recibe en los primeros días de vida y solo unas cuantas gotas que son en verdad, oro líquido que vacunan a bebé y
preparan su sistema digestivo para la leche madura, que vendrá aproximadamente al mes de nacido.
¿Qué podemos hacer para que bebé reciba todos los beneficios del calostro?
Para favorecer la ingesta de calostro, es importante que a los bebés se les permita amamantar desde la primera hora de vida, tal como lo recomienda la OMS, esto se ve facilitado al tener
alojamiento conjunto entre mamá y bebé tanto en el hospital como en casa, al igual que permitirle al bebé alimentarse a “libre demanda”, es decir, cada vez que lo pida, olvidándonos de los
horarios.
Siempre buscamos darle lo mejor a nuestros bebés y sin duda nuestro cuerpo es tan sabio que también se preocupa de esto, una gran prueba de ello es la existencia del calostro.
Cualquier duda que tengas, recuerda que estoy para ti y será un gusto ayudarte a que tengas una lactancia exitosa.
Con cariño,
MIREYA FENTANES
Asesora de Lactancia
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